La pasada reunión del proyecto SUSTAvianFEED nos llevó a la región de Jendouba (Túnez), donde la agricultura y ganadería sostenible no son un concepto teórico, sino una realidad transformadora que persigue la mejora de las condiciones de vida de colectivos vulnerables.
SUSTAvianFEED involucra a más de 80 mujeres de la mano de la Asociación de Mujeres Rayhana para el desarrollo de actividades piloto relacionadas con la cría de aves sostenible, en el que las aves se alimentan mediante insectos y restos agroalimentarios.
El piloto de Túnez tiene como principal objetivo mejorar la situación de vulnerabilidad de las mujeres. La mayoría de ellas han pasado de trabajar como jornaleras en condiciones laborales muy precarias, turnos interminables y bajos salarios, a tener un medio de vida estable gracias a la venta de huevos y pollos.
«Este proyecto nos ha ayudado a salir de la oscuridad a la luz. Este proyecto me ha dado confianza en el futuro; me siento menos cansada y tengo más tiempo para descansar. Soy responsable económicamente de la familia. Soy más consciente de mis derechos económicos y sociales. Es una nueva experiencia y una nueva oportunidad para mí.», explicaba en el encuentro Saida Mezni, una de las agricultoras beneficiarias del proyecto SUSTAvianFEED.
Alrededor del 80 % de las mujeres participantes nunca fue a la escuela, por lo que carecen de una formación que han podido adquirir a partir de los talleres y sesiones formativas del proyecto. Ahora, además de tener un sustento económico continuo, conocen sus derechos y son capaces de protestar ante injusticias, lo que les hace sentirse empoderadas y con confianza renovada.
Estas mujeres son las que llevan las riendas de sus hogares y con el proyecto han mejorado su nivel de conciliación. Han pasado de llegar a casa hastiadas y cansadas después de largas jornadas laborales, a poder volver a realizar tareas domésticas, lo que ha hecho mejorar su salud física y mental. «Una verdadera terapia», en palabras de una de las participantes.
Las mujeres ven el proyecto como un proceso en el que es posible encontrar nuevas oportunidades de mejora de su calidad de vida e involucrar a más mujeres, creando comunidad y unión entre el colectivo.
«Este proyecto ayudó a asegurar o garantizar unos ingresos que me ayudan a mí y a mi familia a cubrir gastos, como los relacionados con mi hija con discapacidad», añadía Fatma, una de las agricultoras beneficiarias de SUSTAvianFEED.
Las visitas a los pilotos no se limitaron a la observación, sino que permitieron un rico debate sobre la posibilidad transformadora de la iniciativa. No se trató de una jornada teórica, sino de una experiencia tangible del cambio positivo que pretendemos conseguir. Para continuar aumentando el impacto del proyecto, se desarrollará una guía con la metodología de trabajo que facilite su aplicación en diferentes contextos y regiones.
EuroVértice participa en SUSTAvianFEED facilitando actividades de cocreación a partir de la metodología Living Lab, que ha conseguido involucrar a más de 150 agentes relevantes de diferentes países y sectores de actividad para fortalecer las actividades del proyecto.
Gracias a esta séptima reunión de consorcio, nos llevamos con nosotros algo más que planes de acción y estrategias. Nos llevamos una visión compartida y la constatación de que nuestros avances tienen un efecto positivo en la vida de las personas.
